lunes, 23 de febrero de 2015

PERRO POLICÍA RECIBIÓ CONMOVEDORA DESPEDIDA ANTES DE SER SACRIFICADO.


A veces la enfermedad es una de las razones que nos obliga a despedirnos de los seres que más apreciamos o compartió momentos importantes en nuestra vida. En esta ocasión se trata de “Juez”, uno de los perros policía más veteranos de la división K-9 de la policía de West Deptford, Nueva Jersey, quien por una enfermedad terminal obligó a sus superiores a sacarlo de servicio y a tener que sacrificarlo, luego de infinidad de intentos por salvarle la vida.

Con 9 años de edad, “Juez” había iniciado su carrera en West Deptford en 2007 y allí estuvo durante siete años. En ese tiempo, estuvo en 280 operativos y ayudó a la detención de 152 sospechosos. Además, colaboró con el secuestro de varios vehículos, armas de fuego y de unos 50.000 dólares en diversos allanamientos por narcotráfico.

El perrito fue afectado por el síndrome de Cushing, una enfermedad endocrina que implica alteraciones de su sistema metabólico. En septiembre, "Juez" empezó a tener hemorragias nasales. Un especialista no logró encontrar la causa de los nuevos síntomas.
Para el 7 de noviembre, el pastor alemán empezó a vomitar nuevamente y mostró signos de debilidad. Finalmente, los veterinarios encontraron grandes tumores en su hígado.

La enfermedad de "Juez" convocó la ayuda de todos los habitantes del lugar, quienes lograron reunir dinero suficiente para pagar los tratamientos. En apenas dos días de campaña se juntaron 12.000 dólares. El perro fue enviado al Hospital Veterinario de la Universidad de Pennsylvania, donde le extrajeron los tumores y le realizaron una biopsia. 

Sin embargo, pese al tratamiento, “Juez” no pudo seguir con su vida profesional, por lo que se decidió sacrificarlo.

DESPEDIDO COMO UN HÉROE. Un cordón de 30 policías, lo despidieron con la veña protocolar. Muchos de ellos, con lágrimas y sentidas muestras de emoción. 

Su adiestrador, el cabo Michael Franks fue el encargado de llevarlo de su cuerda,mientras "Juez" disfrutaba por última vez de su juguete preferido, el protector que usan los adiestradores para el entrenamiento.


"No sólo se trata de mostrar respeto, sino también que la gente que está aquí le ha querido agradecer por su servicio a la comunidad", dijo uno de los sargentos presente en el lugar.






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